Roma – XX Settembre, 20 de abril de 2009
Queridos miembros de la Familia ACI y Hermanas que participan en esta Asamblea:
En primer lugar os doy la bienvenida a esta Asamblea Internacional de la Familia ACI. Estoy muy contenta de acogeros aquí, justamente un lugar donde Santa Rafaela María pasó tantos años de su vida, tan cercana y profundamente relacionada con Dios. Ella que deseaba que las Esclavas fuésemos “universales como la Iglesia”, ¿qué nos diría hoy al ver este grupo universal de laicos y Esclavas que representamos veinte países? Siento que está mirándonos con cariño, alegría y admiración. Nuestro Instituto no se ha extendido sólo geográficamente sino que la misión evangelizadora es compartida con los laicos/cas a través de esta Familia ACI. Hoy hacemos realidad los sueños de Santa Rafaela María quien desde los inicios del Instituto tomó la iniciativa de incorporar a algunas señoras a nuestra adoración y pastoral en su época.
Esta Asamblea es un acontecimiento muy importante en la vida de la Familia ACI y del Instituto. Es una ocasión histórica. Recuerdo que cuando nació la Familia ACI hace un poco más de diez años, nosotras, las Esclavas, elaboramos el folleto “Identidad de la Familia ACI” y pensamos en su organigrama, su formación y su modo de comunicación. Sin embargo, en la última Congregación General, que se celebró en el año 2007 en este mismo lugar, vimos con claridad que había llegado el momento de tratar oficialmente algunos temas importantes de la Familia ACI no sólo nosotras, las Esclavas, sino también los miembros de la Familia, sentados en la misma mesa. Por eso la Congregación General pidió a la Superiora General que organice una Asamblea de la Familia ACI. Su crecimiento y el tener ya miembros con experiencia e inquietud de vida y fe, comprometidos en vivir el carisma de Santa Rafaela María, son las principales razones por las que llevaron a la Congregación General a hacerme esta petición.
Nuestra Asamblea hoy tiene un significado peculiar, ya que se realiza con la participación de veintinueve miembros de la Familia ACI, representantes de las Provincias, Viceprovincias y la Región, nueve Esclavas, y nosotras cinco, las del Equipo General. El número de laicos/as es mayor que el de las Esclavas. Esto dice mucho, ¿verdad?
El objetivo de la Asamblea es consolidar un camino de profundización en la identidad de la Familia ACI, fortalecer la pertenencia de sus miembros y buscar cauces de organización, formación y comunicación. Tendremos espacios de reflexión, algunas ponencias y talleres, Eucaristías, adoraciones especiales, compartiremos experiencias, y peregrinación a los lugares relacionados con Santa Rafaela María, en Roma, que ayuden a conseguir el objetivo de la Asamblea.
De distintas partes del Instituto llegan noticias de la animación, alegría y esperanza que ha despertado esta Asamblea y el deseo, tanto de la Familia ACI como de las Hermanas, de que sea el comienzo de una nueva etapa, que señale un camino de comunión y enriquecimiento mutuo. Muchos acompañan esta Asamblea con interés y oraciones, desde distintos lugares del mundo. También nosotros los tendremos muy presentes durante esta reunión.
Quiero agradeceros vuestra presencia aquí y la ilusión con la que habéis respondido a mi convocatoria. Soy consciente de los esfuerzos que para cada uno ha supuesto este viaje, dejar vuestras ocupaciones, familia, compromisos. Nuevamente, gracias.
La Comisión Preparatoria ha trabajado con entusiasmo y responsabilidad, en medio de sus tareas habituales. Es mucho lo que le debemos. Gracias.
Gracias también a las Hermanas de XX Settembre y de la Curia General que han ayudado a preparar esta Asamblea con generosidad. Gracias a todas.
“La Familia ACI, don del Espíritu” es el lema de esta Asamblea. El Espíritu es el que suscitó la Familia ACI como don para el Instituto, para la Iglesia y la ha guiado hasta hoy con su luz y fortaleza. Se lo agradecemos y empezaremos esta Asamblea dejándonos conducir por Él, abierto el corazón de par en par, con la confianza de que el Espíritu nos llevará a elegir lo mejor para el Reino, para la Familia ACI. Con su ayuda disfrutaremos también de la fraternidad universal como miembros de la misma Familia, “todos unidos como los dedos de la mano”.
Declaro abierta esta I Asamblea Internacional de la Familia ACI.
Inmaculada Fukasawa aci